El Cristo de la Tahona, de origen incierto, era el probable remate de un crucero de época medieval, posiblemente ligado de alguna manera al antiguo convento de San Francisco. También conocido como el “Crucero de Canido”, barrio al que históricamente está unido porque permaneció durante décadas, hasta 1987, incrustado en la fachada de una casa en la Praza de la Tahona de la que le ha quedado el nombre. El Concello de Ferrol lo recuperó para el patrimonio municipal en el año 2002.

Se trata de una antigua escultura de granito, con forma de cruz latina, sección cuadrangular, aristas biseladas, con sus extremos rematados con la forma de la flor de lis. En el frontal aparece la representación de Jesús en el Monte Calvario, acompañado por las Santas Mujeres a su derecha y por San Juan Evangelista a la izquierda, y en el reverso, se distingue el monograma con las siglas JHS (Jesús Hombre Salvador), lo que indica que fue un crucero hecho para ser visto por los dos lados.